Obra:“Arsénico y encaje antiguo”
Después de ocho años de ausencia Rosa regresa al teatro con una obra de Joseph Kesselring llamada “Arsénico y encaje antiguo”. La pieza se estreno el 27 de septiembre de 1985 en el Teatro Blanca Podestá, bajo la dirección de Agustín Alezzo.
El resto del elenco estaba integrado por Gianni Lunadei, Lidia Lamaison, Hugo Caprera, Nathan Pinzón, Cecilia Cenci y Adrián Ghío entre otros..
Dijo la critica de “Arsénico y encaje antiguo”
Diario La Nación. BRILLANTE PUESTA EN ESCENA CON SUSPENSO Y HUMOR. El dominio del estilo. Rosa Rosen y Lydia Lamaison realizan labores consagratorias. Hay que ver con que cariño, con qué amabilidad envían a sus víctimas al campo santo. Ellas no conocen la palabra asesinato; están convencidas de que se trata de una obra de beneficencia. Asesinan con gusto y con alegría, pero, sobre todo, con gracia y naturalidad.
Ambas actrices, fogueadas a lo largo de sus carreras en todo tipo de papeles, muestran un dominio formidable de un estilo sumamente difícil. Es que estas tías encantadoras son tan inocentes como perversas, tan adorables como monstruosas. Rosa Rosen y Lydia Lamaison transmiten los matices de sus criaturas a partir de una minuciosa elaboración de unidades y objetivos. Osvaldo Quiroga.
Carlos Pacheco: UNA COMEDIA RECREADA CON EL MÁS JUSTO BRILLO. Indudablemente el director encontró actores de reconocido prestigio, y de sobradas cualidades. Los trabajos concretados por Rosa Rosen y Lydia Lamaison resultan verdaderas creaciones. Se imponen desde el comienzo de la función y mantienen al juego con una solvencia excelente.
Tiempo Argentino. AFORTUNADA VERSIÓN DE UNA CLÁSICA COMEDIA. Rosa Rosen y Lydia Lamaison se manejan con extraña y suma habilidad en una tesitura llena de riesgos que les exige ser al mismo tiempo angelicales pero fatales, ingenuas pero astutas. Ricardo García Oliveri.
Diario El Cronista Comercial. PLANTA DE MARGARITAS. Y ahora les ofrezco, creo, lo mejor: el ramo, multicolor, de estas flores que no son para cortar, sino para pedir que nunca, nunca se marchiten: las singulares y queribles hermanitas Brewster, Rosa Rosen y Lydia Lamaison, ejemplo luminoso de que la juventud es, quien se los discute, un candente estado de ánimo, preciosas las dos, muy finas las dos, e invisible “bouquet” de calidad ambas. César Magrini.
Obra:“Solo 80”
El 20 de noviembre de 1987 Rosa estrena en el teatro Blanca Podesta la obra ” Solo 80” o “Harold y Maude, tal su título en la versión original de Colin Higgins. La pieza fue dirigida por Agustín Alezzo y conformaban el elenco Amelia Bence, Gabriel Gibot, Juan Carlos Badillo, Manuel Cruz y Alfredo Fary entre otros.
Dijo la critica de “Solo 80”
Diario Clarín. “Sólo 80”, esa elegante ternura – se estrenó en el Blanca Podestá, una nueva versión de “Sólo 80” (Harold y Maude) de Colin Higgins, una anécdota pequeña que crece en una puesta que rescata las mejores esencias del ser humano. Agustín Alezzo otorga particular importancia al texto y obtiene el clima ideal para el desarrollo de la historia. La interpretación se apoya, fundamentalmente, en las buenas composiciones de Rosa Rosen y Amelia Bence.
La interpretación muestra una conmovedora, tierna (y sin visos de patetismo) composición de Rosa Rosen, una Maude decidida a culminar bellamente su larga lucha por la vida. La actriz extrae del personaje equilibrados matices que no llegan a la conmoción pero seducen. Luis Mazas.
Néstor Romano. BENCE - ROSA ROSEN: El milagro de la ternura. Rosa Rosen tiene en “Maude” uno de los más inteligentes papeles de su carrera.
Diario La Razón. ROSA ROSEN SOBRESALE EN UN RARO JUEGO DE LA VIDA Y LA MUERTE. En la faz interpretativa, el nivel no es todo lo homogéneo que se podría esperar. Hay una abismal distancia entre la muy buena actuación de Rosa Rosen y la nada convincente tarea de Juan Carlos Badillo. De cualquier modo, los valores altos están en el texto de Higgins. No son pocos los espectadores que se sorprenden cuando Rosa Rosen aparece encaramada, a más de cinco metros de altura, en el gigantesco árbol que por momentos domina la escenografía. Es de lejos, la mejor del reparto.
Diario La Razón. MARIO E. CERETTI. Un canto inteligente de amor a la libertad y a la vida. Párrafo final para Rosa Rosen . Su Maude resulta un placer absoluto para el espectador. La actriz ha sabido dar la imagen exacta de esa extraña mezcla de ingenuidad y sabiduría que resuma el personaje. La suya es una labor minuciosa, rica en los matices de fortaleza espiritual que esconde la aparente vulnerabilidad de Maude. La obra le permite momentos clave de gran lucimiento, como el desopilante encuentro con la madre de Harold, sus diálogos con el cura o con el inspector policial que destapa sus “delitos contra la propiedad”, y sobre todo, los tramos en que se consolida su relación romántica con Harold. Una relación transgresora quizás para los bien pensantes que solo saben aferrarse a los dictados de la sociedad en la cual viven, sin ver – o sin querer ver – que hay horizontes impensados y que en ellos pueden esconderse la felicidad.

Diario El Cronista Comercial. Excelente reposición de una comedia vigente, ágil y fresca. Monumento de amor, de ternura y de cariño para Rosa Rosen, quien hace de su Maude exactamente eso, el amor, la ternura y el cariño (y la comprensión, la bondad y la dulzura) para convencer a Harold de que la vida es eso, una ocasión para cantarla y bailarla, para festejarla y celebrarla, para quererla a fondo, para liberar animalitos cautivos o plantar nuevos árboles, para hacer y hacer, y siempre en bien de nuestros semejantes. Está espléndida. Querendona, suave, gran actriz como siempre, ejemplar, soberbia y hasta que punto emocionante. Parece nacida dentro del papel, y así lo entrega, vivo, restañante acariciador. No se permite un solo desliz, no hace concesiones, elude los efectismos, le sobra profesionalismo, y derrumba instantáneamente, y con su sola presencia, las posibles barreras que habrían podido interponerse entre ella y la platea. Ella es el teatro, íntegro, en pie, con sus mejores tradiciones y sus regalos más generosos. Y reconociendo fervorosamente volver a ver “Solo 80”; es un poema de amor y de amor a lo que más merece ser querido, la vida, por que solo es desde la vida que podemos dedicarnos, e nuestra vez, a amar y a esperar ser amados. César Magrini.

Guillermo Saavedra. “NOSTALGIAS DE OTRO PERFUME. Para cualquier espectador –nostálgico o de los otros – será evidente que Rosa Rosen está tan absolutamente enamorada de su personaje, la encantadora octogenaria Maude, como para componerlo de un modo admirable.
Diario El Informador Publico. Y formar parte del público que presencia “Solo 80”, la pieza de Colin Higgins, hermosísima, que ahora se ofrece en el Blanca Podestá, es otra de las recompensas de las que actualmente, se puede disfrutar en plenitud. Imán de la noche, incontrovertible, es la verdadera creación que de su parte hace Rosa Rosen, quién corona así una noble y larga carrera, en una culminación sencillamente admirable, tan tierna, tan humana, tan frágil, tan seductora, tan encantadora, tan gran actriz.
Diario La Capital (Rosario). UNA ATRACTIVA PUESTA “Solo 80” Rosa Rosen crea una Maude sin patetismos, medida pero llena de ternura.
Diario ARGENTISCHES TAGEBLATT. (Traducción). Entre los actores dominó Rosa Rosen por su excelente interpretación, tanto en la precisión de la palabra como en sus gestos acertados. Ella vive su rol: Así son los verdaderos artistas. F.J.B.
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